martes, 22 de abril de 2014

Recorrida con Acción Poética Uruguay


Acción Poética es un movimiento cultural-literario que nació en 1996 en Monterrey, México, como iniciativa del poeta Armando Alanis Puldo. El movimiento busca fomentar la poesía y la literatura como parte del paisaje urbano, a través de frases cortas pintadas en formato de murales.
La difusión en redes sociales ayudó a que el movimiento se fuera expandiendo por América Latina, hasta llegar a Uruguay.
Daniel Galeano fue el encargado de instalar el movimiento en el país en 2012. Daniel tenía una relación previa con el graffiti y el arte callejero, y comenzó a pintar bajo el formato de Acción Poética, donde los murales se reconocen por tener letras negras en mayúscula, con fondo blanco. "¿Te dije que te amo?" fue la primera frase con la que Acción Poética Uruguay inauguró el movimiento.
Varias personas se anexaron a este proyecto, unidos por su interés hacia la literatura y fue así como las paredes de Uruguay se fueron adhiriendo a la poesía.
Foto 1 de 7

Algo más que poesía
Andrés Lapunov, integrante de Acción Poética Uruguay, expresó que al pintar frases distintas en escenarios rutinarios buscan una provocación. Escriben frases de amor o de aliento, intentando generar una sonrisa, un recuerdo, un pensamiento, o cualquier otra asociación en quien la lee.
El movimiento está creado para fomentar la poesía y la literatura y buscan acercarlo a la gente a través de pequeñas frases plasmadas en la ciudad.
"El que no arriesga no ama", "También creo en el amor a primera risa", "Si no te tardas mucho, te espero toda la vida", "El mejor de los pecados: haberte conocido", "Hasta el cielo ida y vuelta" son algunas de las frases que se encuentran en el escenario urbano uruguayo, intervenido por Acción Poética Uruguay.
Quienes forman parte del movimiento son grandes lectores, y algunos también escriben como Lapunov.
El movimiento intenta que las paredes que pintan sean cedidas o que se trate de fachadas abandonadas. Cuando alguno de los integrantes ve un muro que le gusta, se lo comunica al grupo y luego se realiza la intervención. Lapunov explica que en época electoral, como sucede actualmente, es muy difícil encontrar muros, ya que la gran mayoría están ocupados por pintadas vinculadas a la campaña política.
En función del tiempo que tienen los integrantes se organizan para poder juntarse y pintar. La frase a plasmar surge en el momento. Van con algunas frases pensadas, se deciden por una, y la plasman. Cada uno va con su equipo de trabajo que cuenta de pintura negra, pincel, y cal o pintura blanca. Muchas veces reciben donaciones de los materiales.
El formato es general: letra mayúscula negra, con fondo blanco, aunque han hecho algunas excepciones, como fondo rojo, o fondo negro y letras blancas.
Acción Poética Uruguay existe en diferentes departamentos, como San José, Melo, Durazno, Rivera y Soriano. Van pintando entre 60 y 80 muros en Montevideo, aunque la mayoría no han durado.
Armando Alanis Pulido, creador del movimiento expresó que Argentina y Uruguay fueron los primeros países latinoamericanos en replicar el proyecto, y luego se fue expandiendo por todo Latinoamérica y parte de Europa, llegando a un total de 28 países.
Fuente: El observador.

jueves, 17 de abril de 2014

Gabriel García Márquez: Discurso por el recibimiento del Premio Nobel

Antonio Pigafetta, un navegante florentino que acompañó a Magallanes en el primer viaje alrededor del mundo, escribió a su paso por nuestra América meridional una crónica rigurosa que sin embargo parece una aventura de la imaginación. Contó que había visto cerdos con el ombligo en el lomo, y unos pájaros sin patas cuyas hembras empollaban en las espaldas del macho, y otros como alcatraces sin lengua cuyos picos parecían una cuchara. Contó que había visto un engendro animal con cabeza y orejas de mula, cuerpo de camello, patas de ciervo y relincho de caballo. Contó que al primer nativo que encontraron en la Patagonia le pusieron enfrente un espejo, y que aquel gigante enardecido perdió el uso de la razón por el pavor de su propia imagen.
Este libro breve y fascinante, en el cual ya se vislumbran los gérmenes de nuestras novelas de hoy, no es ni mucho menos el testimonio más asombroso de nuestra realidad de aquellos tiempos. Los Cronistas de Indias nos legaron otros incontabels. Eldorado, nuestro país ilusorio tan codiciado, figuró en mapas numerosos durante largos años, cambiando de lugar y de forma según la fantasía de los cartógrafos. En busca de la fuente de la Eterna Juventud, el mítico Alvar Núñez Cabeza de Vaca exploró durante ocho años el norte de México, en una expedición venática cuyos miembros se comieron unos a otros, y sólo llegaron cinco de los 600 que la emprendieron. Uno de los tantos misterios que nunca fueron descifrados, es el de las once mil mulas cargadas con cien libras de oro cada una, que un día salieron del Cuzco para pagar el rescate de Atahualpa y nunca llegaron a su destino. Más tarde, durante la colonia, se vendían en Cartagena de Indias unas gallinas criadas en tierras de aluvión, en cuyas mollejas se encontraban piedrecitas de oro. Este delirio áureo de nuestros fundadores nos persiguió hasta hace poco tiempo. Apenas en el siglo pasado la misión alemana encargada de estudiar la construcción de un ferrocarril interoceánico en el istmo de Panamá, concluyó que el proyecto era viable con la condición de que los rieles no se hicieran de hierro, que era un metal escaso en la región, sino que se hicieran de oro.
La independencia del dominio español no nos puso a salvo de la demencia. El general Antonio López de Santana, que fué tres veces dictador de México, hizo enterrar con funerales magníficos la pierna derecha que había perdido en la llamada Guerra de los Pasteles. El general Gabriel García Morena gobernó al Ecuador durante 16 años como un monarca absoluto, y su cadáver fue velado con su uniforme de gala y su coraza de condecoraciones sentado en la silla presidencial. El general Maximiliano Hernández Martínez, el déspota teósofo de El Salvador que hizo exterminar en una matanza bárbara a 30 mil campesinos, había inventado un péndulo para averiguar si los alimentos estaban envenenados, e hizo cubrir con papel rojo el alumbrado público para combatir una epidemia de escarlatina. El monumento al general Francisco Morazán, erigido en la plaza mayor de Tegucigalpa, es en realidad una estatua del mariscal Ney comprada en Paris en un depósito de esculturas usadas.
Hace once años, uno de los poetas insignes de nuestro tiempo, el chileno Pablo Neruda, iluminó este ámbito con su palabra. En las buenas conciencias de Europa, y a veces también en las malas, han irrumpido desde entonces con más ímpetus que nunca las noticias fantasmales de la América Latina, esa patria inmensa de hombres alucinados y mujeres históricas, cuya terquedad sin fin se confunde con la leyenda. No hemos tenido un instante de sosiego. Un presidente prometeico atrincherado en su palacio en llamas murió peleando solo contra todo un ejército, y dos desastres aéros sospechosos y nunca esclarecidos segaron la vida de otro de corazón generoso, y la de un militar demócrata que había restaurado la dignidad de su pueblo. Ha habido 5 guerras y 17 golpes de estado, y surgió un dictador luciferino que en el nombre de Dios lleva a cabo el primer etnocidio de América Latina en nuestro tiempo. Mientras tanto, 20 millones de niños latinoamericanos morían antes de cumplir dos años, que son más de cuantos han nacido en Europa desde 1970. Los desaparecidos por motivos de la represión son casi 120 mil, que es como si hoy no se supiera donde están todos los habitantes de la cuidad de Upsala. Numerosas mujeres encintas fueron arrestadas dieron a luz en cárceles argentinas, pero aun se ignora el paradero y la identidad de sus hijos, que fueron dados en adopción clandestina o internados en orfanatos por las autoridades militares. Por no querer que las cosas siguieran así han muerto cerca de 200 mil mujeres y hombres en todo el continente, y más de 100 mil perecieron en tres pequeños y voluntariosos países de la América Central, Nicaragua, El Salvador y Guatemala. Si esto fuera en los Estados Unidos, la cifra proporcional sería de un millón 600 muertes violentas en cuatro años.
De Chile, pais de tradiciones hospitalarias, ha huído un millón de personas: el 12 % por ciento de su población. El Uruguay, una nación minúscula de dos y medio millones de habitantes que se consideraba como el pais más civilizado del continente, ha perdido en el destierro a uno de cada cinco ciudadanos. La guerra civil en El Salvador ha causado desde 1979 casi un refugiado cada 20 minutos. El país que se pudiera hacer con todos los exiliados y emigrados forzosos de América Latina, tendría una población más numerosa que Noruega.
Me atrevo a pensar, que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de las Letras. Una realidad que no es la del papel, sino que vive con nosotros y determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas, y que sustenta un manantial de creación insaciable, pleno de desdicha y de belleza, del cual este colombiano errante y nostálgico no es más que una cifra más señalada por la suerte. Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad.
Pues si estas dificultades nos entorpecen a nosotros, que somos de su esencia, no es difícil entender que los talentos racionales de este lado del mundo, extasiados en la contemplación de sus propias culturas, se hayan quedado sin un método válido para interpretarnos. Es comprensible que insistan en medirnos con la misma vara con que se miden a sí mismos, sin recordar que los estragos de la vida no son iguales para todos, y que la búsqueda de la identidad propia es tan ardua y sangrienta para nosotros como lo fué para ellos. La interpretación de nuestra realidad con esquemas ajenos sólo contribuye a hacernos cada vez más desconocidos, cada vez menos libres, cada vez más solitarios. Tal vez la Europa venerable sería más comprensiva si tratara de vernos en su propio pasado. Si recordara que Londres necesitó 300 años para construirse su primera muralla y otros 300 para tener un obispo, que Roma se debatió en las tinieblas de la incertidumbre durante 20 siglos antes de que un rey etrusco la implantara en la historia, y que aun en el siglo XVI los pacíficos suizos de hoy, que nos deleitan con sus quesos mansos y sus relojes impávidos, ensangrentaron a Europa como soldados de fortuna. Aun en el apogeo del Renacimiento, 12 mil lansquenetes a sueldo de los ejércitos imperiales saquearon y devastaron a Roma, y pasaron a cuchillo a ocho mil de sus habitantes.
No pretendo encarnar las ilusiones de Tonio Kröger, cuyos sueños de unión entre un norte casto y un sur apasionado exaltaba Thomas Mann hace 53 años en este lugar. Pero creo que los europeos de espíritu clarificador, los que luchan también aquí por una patria grande más humana y más justa, podrían ayudarnos mejor si revisaran a fondo su manera de vernos. La solidaridad con nuestros sueños no nos hará sentir menos solos, mientras no se concrete con actos de respaldo legítimo a los pueblos que asuman la ilusión de tener una vida propia en el reparto del mundo.
América latina no quiere ni tiene por qué ser un alfil sin albedrío, ni tiene nada de quimérico que sus designios de independencia y originalidad se conviertan en una aspiración occidental. No obstante, los progresos de la navegación que han reducido tantas distancias entre nuestras Américas y Europa, parecen haber aumentado en cambio nuestra distancia cultural. ¿Por qué la originalidad que se nos admite sin reservas en la literatura se nos niega con toda clase de suspicacias en nuestras tentativas tan difíciles de cambio social? ¿Por qué pensar que la justicia social que los europeos de avanzada tratan de imponer en sus países no puede ser también un objetivo latinoamericano con métodos distintos en condiciones diferentes? No: la violencia y el dolor desmesurados de nuestra historia son el resultado de injusticias seculares y amarguras sin cuento, y no una confabulación urdida a 3 mil leguas de nuestra casa. Pero muchos dirigentes y pensadores europeos lo han creído, con el infantilismo de los abuelos que olvidaron las locuras fructíferas de su juventud, como si no fuera posible otro destino que vivir a merced de los dos grandes dueños del mundo. Este es, amigos, el tamaño de nuestra soledad.
Sin embargo, frente a la opresión, el saqueo y el abandono, nuestra respuesta es la vida. Ni los diluvios ni las pestes, ni las hambrunas ni los cataclismos, ni siquiera las guerras eternas a través de los siglos y los siglos han conseguido reducir la ventaja tenaz de la vida sobre la muerte. Una ventaja que aumenta y se acelera: cada año hay 74 millones más de nacimientos que de defunciones, una cantidad de vivos nuevos como para aumentar siete veces cada año la población de Nueva York. La mayoría de ellos nacen en los países con menos recursos, y entre estos, por supuesto, los de América Latina. En cambio, los paises más prósperos han logrado acumular suficiente poder de destrucción como para aniquilar cien veces no sólo a todos los seres humanos que han existido hasta hoy, sino la totalidad de los seres vivos que han pasado por este planeta de infortunios.
Un día como el de hoy, mi maestroWilliam Faulkner dijo en este lugar: "Me niego a admitir el fin del hombre". No me sentiría digno de ocupar este sitio que fue suyo si no tuviera la conciencia plena de que por primera vez desde los orígenes de la humanidad, el desastre colosal que él se negaba a admitir hace 32 años es ahora nada más que una simple posibilidad científica. Ante esta realidad sobrecogedora que a través de todo el tiempo humano debió de parecer una utopía, los inventores de fábulas que todo lo creemos nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria. Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra.

domingo, 13 de abril de 2014

VANGUARDIAS ARTÍSTICAS DEL SIGLO XX: FUTURISMO

VANGUARDIAS ARTÍSTICAS DEL SIGLO XX: ULTRAÍSMO

VANGUARDIAS ARTÍSTICAS DEL SIGLO XX: EXPRESIONISMO

Cuarto y Quinto año: nuevo mural de Banksy



 Esta mañana, Banksy estaba en Cheltenham, un gran balneario y ciudad en Gloucestershire, Inglaterra, donde se dejó caer esta nueva pieza de la marca. 
Al romper el alba, el artista callejero británico apareció con una furgoneta de mantenimiento y cubrió todos los lados con lona para ejecutar su nueva plantilla. Esta pieza está mostrando tres agentes secretos del gobierno en silencio espiar a varias conversaciones telefónicas. Toda una declaración fuerte contra los problemas de privacidad recientes que experimentó el año pasado con la NSA . Cheltenham no se eligió al azar ya que la ciudad es el hogar de la GCHQ (Government Communications Headquarters).
Aunque no se ha confirmado oficialmente por su página web, esta pieza ha tiene todas las características de Banksy en la narrativa, el estilo y la ejecución.

La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos accede a 200 millones de mensajes telefónicos de texto (SMS) cada día de manera indiscriminada, informó el diario británico The Guardian.
Esta información, procedente de una investigación entre el diario y la cadena de televisión Channel 4, se basa en los documentos transmitidos por el ex informático del NSA Edward Snowden, refugiado en Rusia.
El programa del NSA sobre SMS, que tiene el nombre de “Dishfire”, accede “a casi todo lo que puede”, más que a las comunicaciones de personas concretas, dicen documentos del servicio de espionaje británico citados por The Guardian.
El diario menciona también un documento de la NSA de 2011 titulado “Los SMS: una mina de oro a explotar”, que revela que Dishfire permitió acceder a 194 millones de mensajes por día en abril de aquel año.
La NSA usa las comunicaciones para extraer información sobre proyectos de viaje, contactos y transacciones financieras, entre otras cosas, incluyendo de individuos de los que no se sospecha,según el diario.
Asimismo, el programa analiza los mensajes automáticos, como aquellos que informan de llamadas no respondidas, o del gasto en teléfono en el extranjero, así como los que envían los bancos.
Según el diario, la agencia de escuchas británica GCHQ (Government Communications Headquarters, central de comunicaciones del gobierno), usó el programa para buscar metadatos –información sobre los mensajes, pero no sobre su contenido– de personas que se encuentran en el Reino Unido.
El GCHQ respondió y aseguró que todo su trabajo “se desarrolla de acuerdo con el estricto marco legal”, dijo en un comunicado.
La NSA se manifestó en la misma línea: “Dishfire es un sistema que gestiona y reúne datos de los SMSobtenidos legalmente”.

La noticia se conoce poco antes de que el presidente estadounidense Barack Obama anuncie una serie de propuestas para reformar los métodos de vigilancia tras la filtración de los documentos de Snowden.

miércoles, 9 de abril de 2014

CUARTO AÑO: Concepto de deshumanización.


Deshumanización es un concepto utilizado con cierta frecuencia en cuestiones relacionadas con las ciencias sociales y políticas. El término deshumanización define un proceso mediante el cual una persona o un grupo de personas pierden o son despojados de sus características humanas. Los procesos de deshumanización, de valoración ética habitualmente negativa, remiten inmediatamente a la noción de humanismo como contracara éticamente positiva.
Por otra parte el concepto "deshumanización del arte" fue originalmente desarrollado por el filósofo español José Ortega y Gasset para referirse a las corrientes artísticas de vanguardia de la primera mitad del siglo XX.
Definición
El diccionario Merriam Webster define "deshumanización" como "privación de cualidades humanas, personalidad o espíritu".
El diccionario de la Real Academia española  define "deshumanización" como la acción de "Privar de Caracteres Humanos".
La deshumanización como sistema de dominación. Deshumanización y poder
Los procesos de deshumanización están íntimamente relacionados con los sistemas de dominación y poder. En general los sistemas autoritarios de poder contienen procesos de deshumanización de las personas a ser dominadas.
Se han detectado procesos de deshumanización metódica como sistema de dominación en campos de concentración como los organizados por el nazismo, las dictaduras sudamericanas (Chile bajo Augusto PinochetArgentina entre 1976-1983 bajo Jorge Rafael Videla), los gulags soviéticos, etc.
Más recientemente se han detectado situaciones metódicas de deshumanización llevadas adelante por fuerzas militares norteamericanas en Irak y en la prisión de Guantánamo. Banksy, representante emblemático del street art lo representa:

Tecnología y deshumanización
Existe una amplia corriente de pensamiento que asocia el desarrollo de la tecnología con la deshumanización. Desde este enfoque en general se sostiene que la tecnología tiene el efecto de entorpecer las relaciones humanas aislando y alienando a las personas.
La histórica película Tiempos Modernos de Charles Chaplin es un alegato frente a la deshumanización del trabajador producido por la máquina y la forma intensiva de organización del trabajo.

 El escritor argentino Ernesto Sábato ha desarrollado ampliamente un pensamiento que cuestiona la sociedad tecnológica como fuente de una vida deshumanizada. (Definición extraída de Wikipedia)

Algunos fragmentos para trabajar (Extraídos de Hombres y engranajes  de Ernesto Sábato)
“Dice Martin Buber que la problemática del hombre se replantea  cada vez que parece rescindirse el pacto primero entre el mundo y el ser humano en tiempos en que el ser humano parece encontrarse en el mundo como un extranjero, solitario y desamparado. Son tiempos en que se ha borrado la imagen del Universo, desapareciendo con ella la sensación de seguridad que se tiene ante lo familiar: el hombre se siente a la intemperie, sin hogar. Entonces, se pregunta nuevamente sobre sí mismo.
Así es nuestro tiempo. El mundo cruje y amenaza derrumbarse, ese mundo que, para mayor ironía, es el producto de nuestra voluntad, de nuestro prometeico intento de dominación. Es una quiebra total. Dos guerras mundiales, las dictaduras totalitarias y los campos de concentración nos han abierto por fin los ojos, para revelarnos con crudeza la clase de monstruo que habíamos engendrado y criado orgullosamente (…)
(…) El siglo XX esperaba agazapado como un asaltante nocturno a una pareja de enamorados un poco cursis. Esperaba con sus carnicerías mecanizadas, el asesinato en masa de los judíos, la quiebra del sistema parlamentario, el fin del liberalismo económico, la desesperanza y el miedo (…)
(…) el hombre-masa ese extraño ser con aspecto todavía humano, con ojos y con llanto, voz y emociones, pero en verdad engranaje de una gigantesca maquinaria anónima”
El concepto de deshumanización entronca directamente con el de alienación. Según el Diccionario de filosofía con edición a cargo de Luis Benítez (Tomo I) alienación “Deriva del término latino alienus( que significa “ajeno”, “que pertenece a otro”[alien]). Alienar un bien significa regalarlo o venderlo, esto es, transmitir a otro algo que antes era propio. La alienación posee también un sentido psicopatológico, equivalente a la demencia o pérdida de razón. El alienado es el enfermo mental  cuya mente está separada, alguien que no es dueño de sí mismo ni responsable de sus acciones ni sus pensamientos. Para Karl Marx la alienación es la condición en la que viven los oprimidos en toda sociedad basada en la explotación, aquella en donde existe la propiedad privada  de los medios de producción.
Estas formas de alienación implican asimismo un extrañamiento o alejamiento de aquél que se aísla de los alcances de una norma o de la misma sociedad. Desde la perspectiva filosófica la alienación se entiende como “extrañación, distanciamiento y exteriorización, y contemplan una extrañeza del sujeto respecto de sí mismo.”


AHORA QUE HEMOS COMPRENDIDO A QUÉ NOS REFERIMOS CON LOS TÉRMINOS ABORDADOS, PENSEMOS SI LAS IMÁGENES QUE SIGUEN PUEDEN O NO SER REPRESENTATIVAS DE ELLOS.






domingo, 6 de abril de 2014

BACHILLERATO: Conceptos importantes a la hora de abordar el contexto de una obra literaria.

CONCEPTOS QUE DEBEMOS TENER EN CUENTA A LA HORA DE ABORDAR UN CONTEXTO CULTURAL

CORRIENTE: Es lo más amplio.  Está marcado por tendencias de la literatura en un determinado período histórico, tendencias que reflejan aspectos relacionados con la sociedad. Responde a determinada cosmovisión. Erige determinada actitud frente al mundo, al hombre y la literatura. Tal actitud se traduce en la elección de temas y de rasgos formales o técnicos que se diferencian de otras corrientes. Este criterio no es decisivo, es más fuerte el técnico formal: el cómo se manifiesta, conforma esa cosmovisión.
MOVIMIENTO: Es una corriente pero concientizada de su propia existencia, se autodefine. Explicita y formaliza lo que se genera por la corriente. Presenta una actitud militante, una determinada postura frente al mundo. Sus integrantes asumen rasgos técnicos y formales.
 La existencia de un movimiento no  depende de la cercanía geográfica sino de una conciencia y un vínculo de grupo.
ESCUELA: Grupo de autores que asumen una cierta postura estética. Es más preceptiva, doctrinal y dogmática. No postulan la libertad.  Actitud abarcadora y sistemática. A partir del siglo XIX es difícil encontrar escuelas, pues desde ahí los movimientos se dan más rápido.


sábado, 5 de abril de 2014

Quinto año: dioses y héroes en La Ilíada

LA ILÍADA: DIOSES Y HOMBRES


La Ilíada se inicia con el ya emblemático “Canta, oh diosa…”. El poeta (aedo) hace referencia a Calíope, una de las musas hija de Mnemosine (personificación de la memoria). Desde la época alejandrina se le atribuye como dominio el de la poesía lírica.
Aquiles: Héroe griego, hijo de Peleo, rey de Ptía, en Tesalia, y de la nereida Tetis (Ninfa marina de la mitología grecolatina que tenía cola de pez y cuerpo de mujer) y uno de los personajes más famosos de la leyenda.
Recién nacido, su madre lo sumergió en las aguas del río Estigio para hacerlo invulnerable. No obstante, al sujetarlo por el talón éste quedó sin protección.
Fue criado y educado por el sabio centauro Quirón quien le enseñó las artes de la guerra y la caza pero también las de la música y la medicina.
Se distinguía por ser un extraordinario corredor (de ahí que el aedo lo denomine “el de los pies ligeros”). Cuando se dispuso a participar de la expedición contra Troya, su madre le advirtió que, si iba a la guerra, alcanzaría inmensa fama pero moriría. Aquiles entendió que eso era preferible a una vida larga pero sin gloria.
Aquiles pereció a consecuencia de una herida en el talón causada por Paris o, según otros, por el dios Apolo.
Zeus y Leto: Son los padres de Apolo. Zeus es el más grande de los dioses helénicos. Es esencialmente el dios de la luz, del cielo sereno y del rayo pero no se identifica con el Cielo de igual modo que Apolo no se identifica con el Sol ni Poseidón con el Mar. En el pensamiento helénico, los dioses han perdido el valor cósmico que pudieron haber tenido en otro momento de su evolución. A partir de los poemas homéricos se crea la personalidad de Zeus, soberano de hombres y dioses que reina en las alturas luminosas del cielo. Corrientemente permanece en la cumbre del monte Olimpo, pero también viaja. Preside no sólo las manifestaciones celestes, provoca la lluvia, lanza el rayo y el relámpago (poder simbolizado en la égida que es una  coraza de piel de cabra. Por extensión, significa también escudo, protección, defensa). Zeus mantiene el orden y la justicia en el mundo no sólo mortal sino también en el plano divino. Sin embargo, él mismo está sometido al Hado de quien es su intérprete. Homero cuenta en La Ilíada que en la puerta del palacio de Zeus hay dos jarras en las cuales se hallan los bienes y los males. El dios va alternando el contenido de una y otra para cada uno de los mortales. A veces extrae exclusivamente el contenido de una sola de ellas explicándose así que el destino de los hombres sea completamente bueno o, en la mayoría de los casos, completamente malo.
Leto  es madre de Apolo y de Artemisa que fueron engendrados por Zeus. Pertenece a la primera generación divina. Se contaba que Hera, por celos, había prohibido a Leto parir a los gemelos en cualquier parte de la tierra. Delos, una isla flotante y estéril, consintió en acogerla.
Apolo:
Al pie de una palmera, el único árbol en toda la isla, Leto aguardó el parto durante nueve días y nueve noches, pues Hera retenía a su lado a Ilítia, la divinidad que preside los partos felices. Todas las diosas, en especial Atenea, se hallaban junto a Leto, pero nada podían hacer en su favor. No obstante, Iris fue al Olimpo a rogar a Hera el alumbramiento ofreciéndole un collar de oro y ámbar de un espesor de nueve codos. A este precio, Hera consintió a Ilítia que finalmente descendiese del Olimpo y se encargue del parto. Leto dio a luz primero a Ártemis, y después, con ayuda de ésta, a Apolo. En el momento de su nacimiento, unos cisnes sagrados volaron sobre la isla dando siete vueltas a su alrededor -pues era el séptimo del día del mes-. 

Después del parto, Zeus envió regalos a su hijo: una mitra de oro, una lira y un carro tirado por cisnes. Luego le ordenó que fuese a Delfos, pero los cisnes lo condujeron primero a su país, en la tierra de los Hiperbóreos, los cuales viven bajo un cielo siempre puro y que han consagrado a Apolo un culto que celebran sin cesar. Pues fue allí donde el dios permaneció durante un año, siendo homenajeado, y regresó después a Grecia, llegando a Delfos en pleno verano, en medio de fiestas y cantos. Incluso la naturaleza lo festeja. De este modo, se celebraba con hecatombes todos los años en Delfos la venida del dios.

Apolo mató en Delfos a Pitón (o Delfine), un dragón encargado de proteger un antiguo oráculo de Temis, pero que se entregaba a toda clase de desmanes en el país (enturbiaba los manantiales y los arroyos, robaba los ganados y los aldeanos, asolaba la fértil llanura de Crisa y asustaba a las Ninfas). En recuerdo de su hazaña, o tal vez para aplacar la cólera del monstruo después de muerto, Apolo fundó en su honor unos juegos fúnebres, los Juegos Píticos, celebrados en Delfos. Después se apoderó del oráculo de Temis y consagró un trípode en el santurario (el trípode es uno de los emblemas de Apolo y la Pitia, sentada sobre él, pronuncia sus oráculos). En honor a la victoria del dios, los habitantes de Delfos cantaron el péan, un himno en honor de Apolo. Pero una vez muerto el dragón, Apolo tuvo que ir hasta el valle de Tempe en Tesalia para purificarse de la mancha de tal muerte. Pues bien, cada ocho años se celebraba en Delfos una solemne fiesta conmemorando el exterminio de Pitón y la purificación de Apolo.
De aspecto hermoso, Apolo tuvo numerosos amoríos con Ninfas y con mortales. Así, amó a la ninfa Dafne, hija del dios-río Peneo, en Tesalia. La ninfa no correspondía a sus dioses y huyó a las montañas. Apolo la perseguía, y cuando estuvo a punto de alcanzarla, Dafne dirigió una plegaria a su padre, suplicándole que la metamorfosease para permitirle escapar de los abrazos del dios. Su padre consintió en ello y la transformó en laurel, el árbol consagrado a Apolo.
Como dios de la música y la poesía, era representado en el monte Parnaso donde presidía los concursos de las Musas. Pero aparte de ser dios de la música, poesía, vaticinio, pastoral e íntimamente unido con la vegetación y la Naturaleza, Apolo era además un dios guerrero capaz de enviar, con su arco y sus flechas, una muerte rápida y dulce, como su hermana Ártemis. En la Ilíada lucha en favor de los troyanos contra los griegos, protege a Paris en la batalla, y a su intervención, directa o indirecta, se atribuye la muerte de Aquiles.
Ciertos animales consagrados a Apolo: el lobo, a veces ofrecido en sacrificio y cuya imagen se asocia frecuentemente a la suya en las monedas; el corzo o la cierva, que también figuran en el culto de Ártemis; el cisne, el milano, el buitre y el cuervo, cuyo vuelo daba presagios, entre las aves; el delfín (su nombre es parecido al de Delfos), entre los animales marinos.
Crises: Padre de Criseida, sacerdote de Apolo. En el Canto I se dirige al campo aqueo para recuperar a su hija Criseida, tomada como botín de guerra por Agamenón. Éste, ofendido, lo expulsa con amenazas. Crises invoca a Apolo y ruega: “¡Paguen los dánaos mis lágrimas con tus flechas!”. Así se inicia la peste que asoló al ejército aqueo, motivo que enfrenta a Aquiles y a Agamenón en el ya famoso episodio conocido como “la querella”.
Agamenón: Héroe homérico. Hermano de Menelao, esposo de Clitemnestra y rey de Micenas (o Argos). Sacrificó a su hija Ifigenia para que las naves griegas pudieran llegar a Troya. Participó como jefe de los griegos en el cerco de esta ciudad, y al regresar a sus dominios fue asesinado por Egisto, amante de su mujer.  Menelao  fue un legendario rey de la Esparta micénica, esposo de Helena, así como una figura central en la Guerra de Troya. Fue hermano de Agamenón, rey de Micenas y líder de las tropas aqueas (griegas).  Menelao se convirtió en rey de Esparta tras casarse con Helena, quien sería raptada por Paris, hijo de Príamo, rey de Troya, dando lugar a la guerra de Troya. Bajo el mando de Agamenón, Menelao y los demás reyes griegos zarparon hacia Troya para rescatar a Helena. Al final de la guerra, Menelao fue uno de los griegos que se escondió en el caballo de Troya. Después de la guerra, Helena y Menelao se reconciliaron y trataron de regresar a Grecia, pero se vieron obligados a hacer una travesía que duró ocho años. Al fin, Menelao y Helena pudieron regresar a Esparta.
Calcas o Calcante: Adivino griego, uno de los más célebres. Era natural de Mégara o de Micenas e hijo de Téstor (de ahí que en La Ilíada se lo denomine Calcas testórida). Participó como augur en la guerra de Troya. Profetiza la duración del sitio y es quien sugiere la construcción del caballo de Troya.
Palas Atenea (Minerva): Hija de Zeus y de Metis. Ésta se hallaba encinta y a punto de dar a luz a una hija, cuando Zeus se la tragó. Lo hizo por consejo de Urano y Gea quienes le revelaron que si Metis tenía una hija, a continuación tendría un hijo que arrebataría a Zeus el imperio del cielo. Llegado el momento del parto, el padre ordenó a Hefesto que le partiera la cabeza de un hachazo. De la cabeza salió una joven completamente armada: era Atenea. Sus favoritos en torno a Troya son Uluses, Aquiles, Menelao, etc. Es considerada la diosa de la Razón, así como preside las artes y la literatura. Sin embargo, mantiene una relación más cercana con la filosofía que con la poesía o la música propiamente dichas.
Néstor: Néstor es en la Ilíada y la Odisea el prototipo del anciano experimentado, prudente y comprensivo, cuyo consejo es tan decisivo en la guerra como las armas. Él convenció a Aquiles para que se uniese a la expedición contra Troya; él fue quien consiguió reconciliar al rencoroso Aquiles con Agamenón; él recibió la visita de Telémaco; él dijo, en cuanto vio la deslumbrante belleza de Helena, que comprendía que hubiese dado lugar a aquella cruel guerra.
Tetis: Tetis es una de las Nereidas. Su padre es Nereo, el Viejo del Mar y su madre es Dóride. Además, se le conoce por ser la madre de Aquiles.
Es una divinidad marítima e inmortal. Según otra versión es hija del centauro Quirón, pero esto no es lo más difundido.
La crió la diosa Hera (esposa de Zeus, dios de dioses) con la que guarda un verdadero vínculo y por lo general se ayudan en las malas, y se acompañan en las buenas.
Por ejemplo, una vez en que Zeus arrojó a Hefesto (dios del fuego, llamado también Divino Cojo) de la cumbre del Olimpo, debido a que éste quiso intervenir en una discusión de la pareja en favor de Hera, Tetis recoge al pobre dios. También es por orden de Hera que Tetis se hace cargo de la nave Argo donde viajan los Argonautas.
Se dice incluso que en una ocasión en que Zeus intentó conquistarla, la diosa se negó y lo rechazó para no molestar a Hera.
Sobre esto, hay otras teorías que dicen más bien que tanto Zeus como Poseidón (dios del océano) querían enamorar a la nereida, pero que por un oráculo se enteraron que el niño que ella tuviera sería más poderoso que su padre. Por eso para evitar derrocamientos y luchas de poder, prefirieron abstenerse y permitir que un mortal la amara.
Quirón se enteró de esto, y aconsejó a Peleo (su mortal protegido) que no desaprovechara la ocasión de emparentarse con una divinidad. Aunque la diosa se resistió, al final Peleo logró que ella accediera al amor.
Una vez casados, Tetis dio a luz a Aquiles. Tetis intentó por todos los medios otorgarle la inmortalidad a su hijo, procedimientos que resultaban peligrosos. Se cuenta que introdujo a Aquiles en fuego, pero que Peleo logró llegar a tiempo y así sucesivamente hasta que un día, decidió introducirlo en laguas de la laguna Estigia, en el Hades. Para ello lo tomó del talón, pero no pudo terminar porque Peleo llegó y de nuevo la detuvo. Así, el talón de Aquiles quedó vulnerable.
Debido a estos intentos de otorgarle la inmortalidad a Aquiles, Peleo decide disolver el matrimonio con Tetis, pues él no comprende y cree que Tetis desea hacerle daño al niño. No obstante, Tetis se mantuvo siempre pendiente de Aquiles.
Siempre lo protegió, y para la guerra de Troya, ella intentó que él no fuera pues sabía que allí encontraría su final. Primero lo esconde entre las mujeres durante el reclutamiento de los soldados. Después, ya en la costa no lo deja desembarcar primero porque quien lo hiciera estaba destinado a morir. Le dio armas especiales, y después de la muerte de Patroclo (el amigo de Aquiles), Tetis le pide a Hefestos que fabrique unas armas para el joven héroe. Siempre lo consoló en momentos difíciles y trató de evitar que matara a Héctor, pues sabía que esa sería su propia condena de muerte.
Una vez muerto Aquiles, Tetis se encargó de su nieto Neoptólemo.
Héctor: es uno de los grandes héroes de la guerra de Troya, que narra Homero en la Ilíada. Era el primogénito de los reyes de Troya, Príamo y Hécuba, ya ancianos; era por tanto, aquel sobre quien cargaba el mayor peso en la defensa de la ciudad. Su hermano Paris (al que llamaban Alejandro) fue el causante de la guerra de diez años que acabaría con la ciudad. Resulta que habiendo ido a Esparta a negociar con el rey Menelao, sedujo a su bellísima esposa Elena y se la llevó para Troya. Acudió Menelao a Príamo a reclamar a su esposa, y habiéndose puesto el rey de parte de su hijo Paris, Menelao le declaró la guerra. Tenía éste como aliados a Aquiles, el gran rival de Héctor, el astuto Ulises y el valiente Patroclo. Éstos fueron los rivales contra los que mostró Héctor su extraordinario valor. Fue precisamente al dar muerte Héctor a Patroclo en singular combate, cuando entró en la guerra el otro gran héroe, Aquiles el de los pies ligeros. Al ver que entraba en combate el más valiente de los guerreros, todos los troyanos se refugiaron dentro de las murallas, pero Héctor quiso quedarse fuera a desafiarle. Sus ancianos padres le suplicaron que entrase en la ciudad; Héctor se mantuvo firme en su determinación y esperó el ataque de Aquiles. Pero al ver en su rostro y al oír de su boca la ira que le había producido la muerte de su amigo Patroclo, Aquiles tuvo miedo y emprendió una veloz carrera alrededor de las murallas de la ciudad. Tres vueltas dieron perseguidor y perseguido, hasta que finalmente fue alcanzado Héctor por la lanza de Aquiles. Pero no se calmó con ello su ira, sino que ató el cadáver a su carro y lo llevó a rastras alrededor de las murallas. Tuvo que abrazarse Príamo a los pies del matador de su hijo. Se conmovió Aquiles ante las súplicas del anciano y le entregó el cuerpo de Héctor para que celebrase los solemnísimos ritos funerarios. Héctor es una de las más soberbias creaciones de Homero (su contrapunto es la figura de su esposa Andrómaca). Era el baluarte y la defensa de Troya (quizás ésta es la clave de su nombre); alma grande, valerosa, y esforzada; de cuerpo bien formado y arrogante, el propio Aquiles tembló al acercarse a él. A pesar de tener Héctor el presentimiento de la ruina de su patria, perseveró en su heroica actitud, prefiriendo la muerte a la esclavitud y a la vergüenza.
Príamo: Príamo era hijo de Laomedón, rey de Tro­ya, y gobernó en la ciudad durante la gue­rra con los griegos. Bajo el gobierno de Príamo, Troya se con­virtió en una ciudad próspera y poderosa que extendió sus dominios fuera de sus fronteras. Príamo tuvo nada menos que 50 hijos, 19 de ellos con su esposa Hécuba y el resto de relaciones extramatrimoniales. Su hijo mayor y favorito era Héctor, el ex­traordinario y noble héroe de la Guerra de Troya (ver Héctor). Según algunas versio­nes, era Paris el hijo mayor.
La figura de este último era menos dis­tinguida que la de su hermano, debido a su carácter indolente y egoísta que trajo la caída de la ciudad. Entre los otros hijos de Príamo se encontraban Dei-fobo, Troilo, que murió en una emboscada tendida por Aquiles, el vidente Heleno y Polidoro. Príamo tuvo otras 50 hijas, siendo las más conocidas Casandra, la vidente que había sido castigada y que nunca era atendida en sus predicciones.
 Al empezar la Guerra de Troya, Príamo ya era anciano y no pudo participar en la lu­cha. Sólo apareció en el campo de batalla para firmar un acuerdo con Agamenón respecto al duelo que habrían de mantener Menelao y Paris para poner fin a la guerra. Después el rey, escoltado por Hermes, acudió al campamento griego para pedir el cuerpo de Héctor, al que Aquiles había mata. Aunque al principio Aquiles rechazó devolver el cuerpo de Héctor a su padre, cambió de opinión al escuchar las palabras del ancia­no rey y llegar a un acuerdo económico. «Aquiles [...] se levantó de su asiento, co­gió la mano del anciano y, movido por la piedad de sus cabellos y sus barbas blanqueadas por el paso del tiempo, le dijo: Pobre hombre, con todo lo que has lleva­do [...] de dolor para romper tu espíritu» (la Ilíada, XXIV, líneas 513-517). Así surgió una especie de amistad entre los enemigos después de que Aquiles dejase marchar al rey con el cuerpo de su hijo: «con esto tomó al viejo rey por la muñeca dere­cha y liberó su corazón de temores.»
La imagen de Príamo como un hombre bueno y cálido quedó confirmada por Helena, la mujer a la que Paris raptó y por la que empezó la guerra. No a todo el mundo en Troya le gustaba su figura, pero Príamo la trató con la benevolencia de un suegro y la consideraba inocente de lo que se la acusaba.
El final de Príamo también fue penoso. Cuando los griegos escondidos en el caballo entraron en el palacio, el anciano se puso con dificultad la armadura que du­rante años no había utilizado. Vio al hijo de Aquiles, Neoptolomeo, matar a su hijo Polites ante el altar del palacio troyano y arrojó su lanza débilmente contra el des­piadado héroe, recordándole que su padre se había portado mucho mejor. Con un comentario sarcástico, Neoptolomeo co­gió al anciano y lo puso en el altar para matarlo.
Andrómaca: Andrómaca, hija de Eetion, rey de Asia Menor, fue esposa de Héctor, el más grande y valiente de los héroes troyanos. Héctor y Andrómaca tenían un hijo llamado Astianax. Los siete hermanos de Andrómaca, al igual que su padre Eetion, fueron asesinados a manos de Aquiles poco antes de que también matase a su esposo. Aquiles desea¬ba una venganza sanguinaria, ya que poco antes Héctor había acabado con la vida de su mejor amigo, Patroclo, cuando portaba su propia armadura en combate.
En un conmovedor pasaje de la Ilíada, Homero describe cómo Héctor, que sabía que los troyanos perderían la batalla, se lleva a su esposa y a su hijo antes del ataque. Al ver esto, el pequeño Astianax siente temor viendo moverse el penacho situado en el casco de su padre. No menos impresionantes son las líneas en las que Andrómaca es informada de la caída de su querido esposo en la batalla. Se lamenta por su esposo y su hijo huérfano en estos términos: «Pese a que él (Astianax) escape de los horrores de esta guerra con los griegos, su vida será a partir de aquí un camino de trabajo y lamento. Otros tomarán sus tierras. El día que le quita un niño a sus padres, le priva también de estar con los suyos. Su cabeza se inclina y las lágrimas inundan sus mejillas (la Ilíada, Libro XXII).
No obstante, el futuro descrito no iba a ser tal, ya que después de la caída de Troya, Astianax huyó del recinto de la ciudad. Andrómaca fue capturada como parte del botín de guerra y fue llevada a Grecia por Neoptolemo, hijo de Aquiles cuyo violento temperamento era similar al de su padre, sobre todo después de haber matado al rey troyano Príamo en el altar del templo de Zeus. Andrómaca dio un hijo a Neoptolemo (tres según otras fuentes) y tuvo que sufrir el desprecio de Hermione, la despechada esposa de éste. Ella y su padre, Menelao, incluso intentaron matarla, hecho que fue evitado por el anciano abuelo de Neoptolemo, Peleo.

Más adelante, Andrómaca se casó con el profeta Heleno que, también como ella, había sido apresado por Neoptolemo en Troya. Pasó sus últimos años con él en Pérgamo, una nueva cuidad creada en Asia Menor que recibió su nombre de Pérgamos, la fortaleza destruida en Troya. De acuerdo con una versión distinta, fue Pérgamo, el hijo de Heleno y Andrómaca, el que fundó la ciudad.