miércoles, 26 de marzo de 2014

PROYECTO DE TRABAJO PARA CUARTO Y QUINTO.
LA FUNCIÓN DEL ARTE

Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla. 

Viajaron al sur. 

Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando. 

Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura. 

Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre: 

—¡Ayúdame a mirar! 

El libro de los abrazos 
Eduardo Galeano
El arte es el uso de la habilidad y la imaginación, para crear objetos, experiencias, melodías o entornos con el fin de lograr el placer estético en el consumidor (no en el sentido de “consumista” capitalista sino como quien consume un alimento porque, quien consume, digiere, procesa, incorpora... y elimina...) y también, indudablemente, en el creador.
 Tradicionalmente se afirma que el arte alimenta el alma, y quienes realizan esta afirmación no se equivocan. Al ver una obra de arte, uno se siente conmovido por ella, y puede llegar a sentir que se está transportando a otros lugares y tiempos, reales o imaginarios. El arte provoca sobrecogimiento. Aunque podemos suponer que la capacidad de distinguir lo hermoso de lo feo es una habilidad humana innata lo cierto es que los valores estéticos cambian de cultura en cultura, y de tiempo en tiempo, de ahí que el arte y su percepción siempre serán subjetivos.
Así, el arte en general y la Literatura en particular han sido, desde siempre, la forma de expresión del hombre y sus circunstancias. El arte rupestre y la literatura oral evidenciada en los mitos, son muestra de ello.
El ser humano  ha sentido siempre la necesidad de expresarse a través del arte. No obstante cada época de la historia, ha cultivado un tipo de arte. Los clásicos, era rigurosos con las formas humanas. El hombre era el centro. Luego se fueron desarrollando el arte Bizantino, el Románico, el Renacimiento, el Barroco, el Realismo, el Surrealismo, etc.
Son muchos los estilos de arte que se han abordado y  estamos acostumbrados a suponer (partiendo de  un discurso hegemónico occidental) que cada uno de ellos, ha maravillado y tocado a sus contemporáneos. Sin embargo, muchos creadores han sido y son desconocidos y rechazados, por “adelantarse” a lo que su tiempo aún no percibía o no percibe... Además, no debemos olvidar que cuando hablamos de la Historia del Arte y sus artistas, nos estamos refiriendo a un escasísimo margen de creadores muchas veces oficializados como tales...
 Por otro lado, no podemos negar el carácter “dual” del arte: por una parte representa e identifica un estado temporal o específico de lo que viven la sociedad y las personas (aunque en ocasiones la sociedad no esté lista para “verlo”), y por otra  el  poseer un valor universal  al rescatar la inmutable naturaleza humana, sus sueños, esperanzas, alegrías y tristezas.
Esto nos da la pauta de lo especular que pueden ser  las manifestaciones artísticas. En este aspecto, sabido es el recorrido que han tenido el arte pictórico y el literario desde lo canónico.  Sabido es, también, cuál es su lugar natural: los museos y los libros.
Entonces, si cada época ha poseído una manifestación artística que la convoca, la materializa, la cuestiona o la expone, es lógico preguntarse qué pasa en nuestro momento histórico.
         Si bien no tenemos proyección histórica para comprender cabalmente cuáles de las manifestaciones artísticas actuales resistirán al paso del tiempo (como afirma Francisco Rico “La tradición está regida por la ley del péndulo: en el siglo XVIII ni Góngora ni Quevedo hubieran entrado en una antología de la poesía española  pero hoy resultan imprescindibles”), sí somos capaces de percibir una serie de fenómenos artísticos que se ha dado a nivel mundial o latinoamericano y que resulta más que interesante para abordar.
          Nos estamos refiriendo al “Arte urbano”  (Street art) que hace referencia a todo el arte de la calle, algunas veces ilegal. El arte urbano engloba tanto al graffiti, los bailes y competencias callejeras, como a otras formas de expresión artística que tienen como escenario lugares públicos bastante transitados, pretendiendo sorprender a los espectadores. Esta práctica, como tal, ya lleva unos años (aunque, de hecho, si nos ponemos a pensar  los goliardos, los juglares ya eran muestra de arte callejero).
No obstante, hay otro fenómeno que nos interesa trabajar y es el de la literatura en los muros de la ciudad denominado “Acción poética”.
Armando Alanís Pulido, el creador de Acción poética lleva casi dos décadas pintando versos en las ciudades, democratizando la poesía y haciéndola llegar a un público mayor. Intención democratizadora que podría vincularse con el Muralismo mexicano que, como sabemos, surge tras la Revolución de 1910 de acuerdo con un programa destinado a socializar el arte, y que rechaza la pintura tradicional de caballete, así como cualquier otra obra procedente de los círculos intelectuales. Propone la producción de obras monumentales para el pueblo en las que se retrata la realidad mexicana, las luchas sociales y otros aspectos de su historia. El muralismo mexicano fue uno de los fenómenos más decisivos de la plástica contemporánea iberoamericana. A partir de 1930 el movimiento se internacionalizó y se extendió a otros países de América.
         El escritor mencionado  afirma: “Si la poesía se pone de moda, todos salimos ganando”.  Su movimiento cada vez cuenta con más adeptos y con más partidarios en diferentes lugares del mundo pero ha logrado mayor impacto gracias a las redes sociales, modelos comunicacionales casi exclusivos para nuestros alumnos actuales.
Viajando en ómnibus, caminando por nuestra ciudad, en los muros de facebook, todos hemos asistido a esta manifestación que posee sus propias reglas: letras en blanco y negro simulando la hoja de un libro; ausencia de mensajes “políticos”; no más de dos versos y un elemento por demás interesante: el anonimato. Así accedemos a la obra por encima del artista evitando prejuicios en su valoración.
Apoyados en la Estética de la Recepción, en el enfoque hermenéutico y en conceptos como “Lector modelo” de Eco y pensando en la necesaria actitud de cuestionamiento de la realidad  que buscamos en nuestros alumnos así como en el disfrute por el arte y partiendo de  la premisa básica de hacer de nuestros estudiantes protagonistas de su aprendizaje, es que surge la idea de este proyecto de trabajo.
Este proyecto se desarrollará en tres núcleos fundamentales:
1-     Visita a los museos y acercamiento a la Literatura clásica.
2-     Recorridos por la ciudad en la búsqueda y captura de manifestaciones artísticas urbanas.
3-     Creación de un mural que contenga “imágenes y palabras”.

Visita a los museos y acercamiento a la Literatura clásica.

Este primer núcleo tiene como objetivo acercar a los alumnos al arte canónico. Si bien podemos pensar que la capacidad de distinguir entre un “artefacto artístico” como diría Croce y otro que no lo es casi innata, lo cierto es que el gusto por el arte también se educa.
     Si una obra ha resistido el paso del tiempo, convirtiéndose en un clásico, es porque en ella radican algún o algunos elementos que la hacen vigente.  Aunque, Borges afirmaba que esto puede ser una superstición... “Lo único que sabemos del futuro es que diferirá del presente”...
     Es importante que los estudiantes sean capaces de percibir estas cuestiones para que, en otra instancia, posean herramientas que los motiven a discernir qué es arte y qué no lo es y argumentos para explicar su postura. “La Literatura, como cualquier disciplina del conocimiento, requiere entrenamiento, aprendizajes, iniciaciones, concentración” (Guillermo Martínez. La fórmula de la inmortalidad.)
         Eco afirma que “un texto postula a su destinatario como condición indispensable no sólo de su propia capacidad comunicativa concreta, sino también de la propia potencialidad significativa”.
         Es necesario ampliar la “potencialidad significativa” de nuestros alumnos.
         Es cierto que no todos los museos contienen “clásicos”, no todos los museos contienen obras que hayan sido bien recibidas en su tiempo aunque tal vez, en su transcurso muten en “clásico”. Ya lo decía Picasso: “si una obra de arte no puede VIVIR en el presente, no se la debe tomar en consideración”. Y el museo tampoco garantiza la condición de obra artística, tal como la estamos planteando. Ya lo decía Baudrillard en la conferencia “La simulación en el arte” en 1994: “En efecto, hoy el arte está realizado en todas partes. Está en los museos, está en las galerías, pero está también en la banalidad de los objetos cotidianos; está en las paredes, está en la calle, como es bien sabido; está en la banalidad hoy sacralizada y estetizada de todas las cosas, aún los detritos, desde luego, sobre todo los detritos”.
Pero es fundamental que los estudiantes puedan VER que el espacio físico no hace necesariamente a una obra artística. ¿Qué hace a una obra artística? ¿El lugar? ¿Lo que trasmite? ¿Lo que genera en mí? Como consumidor: ¿Qué proceso? ¿Qué elimino?
         Las salidas a los museos tienen como objetivo educar el “gusto” y plantear interrogantes.

Recorridos por la ciudad en la búsqueda y captura de manifestaciones artísticas urbanas.

     Una vez que los estudiantes se hayan puesto en contacto con las obras “canónicas” o “de museo”, saldremos de los espacios cerrados a la calle, para que ellos mismos, protagonistas, capturen imágenes de los muros que muestren obras que, a su juicio, sean “de arte”.
     Para optimizar estrategias se trabajarán con ellos las diferentes técnicas que plasman los artistas en los murales (grafitti, stencil, sticker bombing, etc).

Creación de un mural que contenga “imágenes y palabras”.

         Es la etapa final de este proyecto. Una vez realizadas las actividades anteriores entendemos que, para rescatar el disfrute por el arte, sería deseable que nuestros estudiantes se expresen a través de un mural que fusione Historia del Arte y Literatura (es evidente que, desde nuestra concepción, la Literatura forma parte de la Historia del arte.  La distinción se establece teniendo en cuenta las asignaturas que participan del proyecto de trabajo). Pretendemos invitar a distintos exponentes del arte urbano nacional y “Acción poética Uruguay” para que puedan acompañarlos en esta experiencia.
         Así se fomentarán valores como la cooperación, el esfuerzo, la creatividad (propugnados, de hecho, por muchos de nuestros artistas urbanos)  y, sobre todo el goce dado en la producción propia de una obra. Obra porque serán obreros en su accionar. ¿De arte? ¿Quién o qué la define como “arte”? Esa es una cuestión muy interesante. Como docentes de arte, ¿Nuestro objetivo es formar artistas? ¿O sólo y humildemente recorrer  juntos un “proceso” de aprendizaje mutuo que nadie sabe dónde y en qué terminará?

         Finalmente agregar que, transversalmente, el arte urbano y sus distintas manifestaciones se irán trabajando a lo largo de los cursos, adecuándolos  a los contenidos programáticos. 

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